sábado, 24 de julio de 2010
miércoles, 21 de julio de 2010
TU NO
ERES
PAUL
como toda buena obra neosesesetentista, quiero compartirles un fragmento de una obra, que no se concluyó, es que mi amigo Armando se sentía Leonardo Da vinci... estos son los primeros renglones de "TU NO ERES PAUL"....
César Vallejo, poeta peruano, escribió un día: Yo nací un día que Dios estuvo enfermo.
Y sé quejaba, y se quejaba tanto… si hubiera conocido mi vida, César hubiera bailado de alegría… Y es que yo nací un día en que John estuvo muerto.
John, Johnny, La Morsa. John Lennon. El de Los Beatles. Sí, sí. Los Beatles… Todo lo que necesitas es amor, Let it be… ¿Ye, ye, ye?
Eran las once con treinta y cinco de la noche, de aquel gris y frío 8 de diciembre de 1980. John Winston Lennon era declarado muerto. Y yo era declarado nacido vivo. Un producto regordete de 3 kilos 800 gramos del sexo masculino. Sí, sí, este que ven ahora, sólo que un poco más desnudo. Y más feo… si es que eso puede ser posible.
He de decir que en aquella sala el único que no lloró fui yo, porque mis padres y mis hermanos mayores estaban hechos una sopa. Lloraban, berreaban, mi madre más que nadie y no por los dolores del parto sino por la muerte de uno de sus más grandes ídolos. Ese maldito de Lennon.
¿Pueden creerlo? Yo no. Yo aun me pregunto que le veían a ese inglés. A la mejor porque era barbón y blanquito, igual que Nuestro Señor Jesucristo.
¿Qué tenían los Beatles? ¿Qué misterio encerraban para capturar la mente de hombres y mujeres, de todo el universo? Algo tenían esos cuatro locos para hacer que mis padres se unieran en una loca pasión de finales de los setentas. ¿Por qué los Beatles? ¿En donde estaban Travolta, la música disco, los Beegees? Para entonces, Los Beatles se habían disuelto, John habia sido abducido por esa mujer llamada Yoko y cuando menos se lo imaginaban un loco le agujero el cuero alla en Nueva York… Harrison ya era un músico en solitario y Ringo… bueno, Ringo hacía películas.
Paul McCartney lo anunció, el dijo que los Beatles dejarían de ser aquel 1968 cuando apareció su primer disco en solitario…
Tiempo después, en los últimos años de los setentas cuando Ricardo conoció Georgina. Ricardo, mi padre y Georgina mi madre en una maquila, ella cortaba unos alambres y el los amarraba. Ella los cortaba y el los amarraba. Fue en ese ambiente de vapores tóxicos cuando Ricardo tropezó con una bolsa de plástico de una chica de grandes ojos negros, para patear sin querer un par de discos psicodélicos: Eran el La Banda del Club de los Corazones Solitarios del Sargento Pimienta y Rubber Soul. Nunca hubiera pensado que la chica del otro lado de la mesa de trabajo y las máquinas plateadas, entre la luz incandescente y el bullicio de engranes y poleas, podría ser su alma gemela. ¿Cómo imaginar que esa gran maquiladora, ese Drácula gigantesco que les chupaba la sangre y el tiempo por unos cuantos centavos, le regalaría a su alma gemela? ¿Te gustan Los Beatles? ¿Qué si me gustan? Son mi vida. Oh, ¿de verdad? El bajaría lentamente a recoger los discos del suelo sin despegarle la vista de esos ojazos negros, y ella se ruborizaría mientras le daba la mano para ayudarlo a levantarse. Unos amigos pasarían para darle el empujón que necesitaba para rozar el cuerpo con quien esa misma medianoche estaria besandose a la puerta de la casa de sus futuros suegros. NO hubo mucho que hacer, el pasaria sus fines de semana en su casa oyendo todo el dia la musica del cuarteto de Liverpool en donde seria concebida mi hermana y quien seria quin les darai el empujon que necesitaban para casarse de blanco y toda la cosa en la parroquia de Los Apostoles.
Por Armando Molina!!
esperemos que algun dia, esta historia continue...
ERES
PAUL
como toda buena obra neosesesetentista, quiero compartirles un fragmento de una obra, que no se concluyó, es que mi amigo Armando se sentía Leonardo Da vinci... estos son los primeros renglones de "TU NO ERES PAUL"....
César Vallejo, poeta peruano, escribió un día: Yo nací un día que Dios estuvo enfermo.
Y sé quejaba, y se quejaba tanto… si hubiera conocido mi vida, César hubiera bailado de alegría… Y es que yo nací un día en que John estuvo muerto.
John, Johnny, La Morsa. John Lennon. El de Los Beatles. Sí, sí. Los Beatles… Todo lo que necesitas es amor, Let it be… ¿Ye, ye, ye?
Eran las once con treinta y cinco de la noche, de aquel gris y frío 8 de diciembre de 1980. John Winston Lennon era declarado muerto. Y yo era declarado nacido vivo. Un producto regordete de 3 kilos 800 gramos del sexo masculino. Sí, sí, este que ven ahora, sólo que un poco más desnudo. Y más feo… si es que eso puede ser posible.
He de decir que en aquella sala el único que no lloró fui yo, porque mis padres y mis hermanos mayores estaban hechos una sopa. Lloraban, berreaban, mi madre más que nadie y no por los dolores del parto sino por la muerte de uno de sus más grandes ídolos. Ese maldito de Lennon.
¿Pueden creerlo? Yo no. Yo aun me pregunto que le veían a ese inglés. A la mejor porque era barbón y blanquito, igual que Nuestro Señor Jesucristo.
¿Qué tenían los Beatles? ¿Qué misterio encerraban para capturar la mente de hombres y mujeres, de todo el universo? Algo tenían esos cuatro locos para hacer que mis padres se unieran en una loca pasión de finales de los setentas. ¿Por qué los Beatles? ¿En donde estaban Travolta, la música disco, los Beegees? Para entonces, Los Beatles se habían disuelto, John habia sido abducido por esa mujer llamada Yoko y cuando menos se lo imaginaban un loco le agujero el cuero alla en Nueva York… Harrison ya era un músico en solitario y Ringo… bueno, Ringo hacía películas.
Paul McCartney lo anunció, el dijo que los Beatles dejarían de ser aquel 1968 cuando apareció su primer disco en solitario…
Tiempo después, en los últimos años de los setentas cuando Ricardo conoció Georgina. Ricardo, mi padre y Georgina mi madre en una maquila, ella cortaba unos alambres y el los amarraba. Ella los cortaba y el los amarraba. Fue en ese ambiente de vapores tóxicos cuando Ricardo tropezó con una bolsa de plástico de una chica de grandes ojos negros, para patear sin querer un par de discos psicodélicos: Eran el La Banda del Club de los Corazones Solitarios del Sargento Pimienta y Rubber Soul. Nunca hubiera pensado que la chica del otro lado de la mesa de trabajo y las máquinas plateadas, entre la luz incandescente y el bullicio de engranes y poleas, podría ser su alma gemela. ¿Cómo imaginar que esa gran maquiladora, ese Drácula gigantesco que les chupaba la sangre y el tiempo por unos cuantos centavos, le regalaría a su alma gemela? ¿Te gustan Los Beatles? ¿Qué si me gustan? Son mi vida. Oh, ¿de verdad? El bajaría lentamente a recoger los discos del suelo sin despegarle la vista de esos ojazos negros, y ella se ruborizaría mientras le daba la mano para ayudarlo a levantarse. Unos amigos pasarían para darle el empujón que necesitaba para rozar el cuerpo con quien esa misma medianoche estaria besandose a la puerta de la casa de sus futuros suegros. NO hubo mucho que hacer, el pasaria sus fines de semana en su casa oyendo todo el dia la musica del cuarteto de Liverpool en donde seria concebida mi hermana y quien seria quin les darai el empujon que necesitaban para casarse de blanco y toda la cosa en la parroquia de Los Apostoles.
Por Armando Molina!!
esperemos que algun dia, esta historia continue...
martes, 22 de junio de 2010
“El hombre siempre vive con una mano atrapada en el pasado y la otra alargada en el futuro”….
Al menos eso dice el vago recuerdo de un epígrafe que leí hace ya bastantes años… la cuestión es, que siempre he sabido que en la vida hay que cerrar círculos, porque si no el pasado nos seguirá contantemente, atormentándonos sobre lo que no fue o lo que sí y no debía ser, ahora pienso firmemente que en ocasiones es bueno retomar el pasado, no solo recordándolo si no reanudando relaciones pasadas, esas personas que han seguido su vida paralela a la tuya, pero no de la mano, podrán hacernos recordar quienes fuimos y quienes somos ahora. En ocasiones nos hace falta algo externo que nos refuerce nuestra propia evolución porque desde dentro no la reconocemos.
Te darás cuenta que muchos han muerto, otros son exitosos, otros son conformistas y que otros sufren terriblemente, pero todo ello te hará darte cuenta de la posición que estas ante ellos, y podrás compararte, no de un modo soberbio ni competitivo, si no del modo que te haga crecer aun mas y hacerle conciencia eso.
AL NIÑO DE LA BELLA SONRISA
“En el viaje incesante e imperceptible del tiempo, pretendía encontrarte; decirte que cuando menos lo esperaras, estaría ahí, para alegrarte la vida con palabras.
Las acciones las haríamos los dos, bailando en el espacio de una ciudad en decadencia. Y entonces seriamos felices, recordándonos lo buenos que éramos, Y entonces en la puerta nos despediríamos con un abrazo ajustado.
Pero te llevaron sin decir nada, ni a mí ni a la gente que te amaba. Con el corazón palpitante te esperaban las andanzas de la vida, que dejaste en el viaje que emprendiste a la nada.
Ahora solo me queda tu fotografía en el álbum y un recuerdo de añoranza, que muy seguramente, guardaré hasta mi próxima mudanza”.
Por Marisol Nájera.
Dedicado a Cesar Enríquez Talamantes (d.e.p)
domingo, 13 de junio de 2010
LA MUJER DEL VESTIDO ROSADO
Despues de un montón de encontradas emociones, después de descubrir que soy solitaria por gusto, salí al parque a correr al compás del rock n roll. Curiosamente no quería estar acompañada pero tampoco quría estar sola, salí porque necesitaba pensar o mas bien no pensar tanto. Mientras corría unas niñas me hacian recordar lo adulta que era ahora y tambien descubrí que el olor de los pinos es maravilloso, casi perfumable. Mientras escuchaba "instant Karma" pasé por la iglesia, no sé que frase coincidia, pero se los muchos pensamientos que pasarón por mi mente mientras esas dos extrañas ideologías se sincronizaban. Estaba buscando una inspiración, algo que me hiciera seguir adelante despues de que comenzó fin, o almenos algo que me hiciera olvidar el vanalismo de la existencia; finalmente desistí y me senté en un borde debajo de un árbol, mientras escuchaba esa canción que tanto me hacía recordar mi infancia "pero raquel" de Leo Dan, de pronto la canción comenzó a mezclarse con una ronca voz que cantaba una cancionsilla pegajosa, algo de mujer bonita, hacerte reir, dios nos quiere. No sabía de donde venía la voz, pensaba que algo estaba mal con mi reproductor, cuando de pronto gire mi cabeza a la derecha y ahi estaba, una mujer de edad adulta, con un vestido rosado y zapatos blancos, canturreando una canción que ahora no recuerdo, pero que en ese momento me alegró, la mujer del vestido rosado me invitaba a acercarme, mientras cantaba algo sobre dejar de llorar, hacer cosquillas y mujer bonita... no me atreví, preferí dejar que las circunstancias avanzaran, pero no paso a mas... aún no se que significado tenga tal hecho; muchos pensarán que era una simple mujer esquizofrenica vagando por las calles,yo creo que no. Mil ideas cruzaron por mi mente, tratando de decifrar el porque del estado de locura de esa mujer, me sorprende pensar que a veces pensamos en nosotros y nuestros cercanos pero olvidamos que hay millones de vidas paralelas a la nuestra.. aun no se como la mujer del vestido rosado me vió entre los arboles y mientras lo pensaba la vi alejarse con su bolso en mano que combinaba con sus zapatos blancos... me retiré del lugar con incertidumbres varias esperando la respuesta a todas mis preguntas...
por Marisol Nájera
Etiquetas:
la mujer del vestido rosado,
marisol najera,
neosesesetentismo
jueves, 10 de junio de 2010
KARMA INSTANTANEO
¿que espera el hombre, como raza superior, como hombre defectuoso, para seguir evolucionando? es momento de valerse del amor, de respetar, de tolerar...
martes, 1 de junio de 2010
La Base Moral Del Vegetarianismo
La base moral del vegetarianismo
Por Mohandas Karamchand (Mahatma) Gandhi
De European Vegetarian Union News, Número 1/1998
Discurso de Gandhi en una reunión social organizada por la Sociedad Vegetariana de Londres el 20 de noviembre de 1931
Señor presidente, compañeros vegetarianos y amigos:
No tengo que decirles que tan complacido estuve cuando recibí la invitación para estar presente en esta reunión, pues reviví viejos recuerdos y agradables reminiscencias de amistades que establecí con vegetarianos. Me siento especialmente distinguido al encontrar a mi derecha al señor Henry Salt. Fue el libro del señor Salt Una petición por el vegetarianismo, el que me mostró porqué aparte de un hábito heredado, y de la adhesión a un voto que me fue impartido por mi madre, tenía razones para ser vegetariano. Me enseñó porqué era un deber moral concerniente a los vegetarianos el no vivir por la muerte de nuestros amigos los animales. Por tal motivo, para mí es de mucho agrado tener al señor Salt entre nosotros.
No pretendo ocupar su tiempo expresándoles mis experiencias con el vegetarianismo, ni tampoco quiero hablarles de la gran dificultad que enfrenté en el propio Londres para permanecer firme en él, pero sí me gustaría compartir con ustedes algunos de los pensamientos que he desarrollado con respecto a éste. Hace cuarenta años solía mezclarme libremente con vegetarianos. En ese momento había apenas un restaurante vegetariano en Londres que no había visitado. Y me propuse por curiosidad, y para estudiar las posibilidades del vegetarianismo y de los restaurantes vegetarianos en Londres, visitar cada uno de ellos. Naturalmente, entré en estrecho contacto con muchos vegetarianos. Al estar en las mesas, me di cuenta que la conversación trataba en su mayor parte sobre la alimentación y las enfermedades. También pude ver que los vegetarianos que se esforzaban para mantenerse en su vegetarianismo, encontraban muy difícil hacerlo desde el punto de vista de la salud.
No sé si hoy en día ustedes tengan ese tipo de debates, pero yo acostumbraba a asistir en esa época a discusiones sostenidas entre los propios vegetarianos, y entre vegetarianos y no-vegetarianos. Recuerdo un debate similar entre el Dr. Densmore y el fallecido Dr. T. R. Allinson. En ese entonces, los vegetarianos tenían el hábito de hablar nada más que sobre la alimentación y las enfermedades. Yo considero que esa es la peor manera de ocuparse de este asunto. También veo que aquellas personas que se vuelven vegetarianas porque están padeciendo alguna enfermedad o algo parecido —es decir, solamente desde el punto de vista de la salud—, son las que se retiran en mayor medida. Descubrí que para permanecer firme en el vegetarianismo, un hombre requiere una base moral.
Para mí, ese fue un gran descubrimiento en mi búsqueda de la verdad. A temprana edad, en el curso de mis experimentos, me di cuenta que una base egoísta no serviría para conducir a un hombre hacia lo más alto en los caminos de la evolución. Lo que se requería era un propósito altruista. También me di cuenta que la salud no era un monopolio exclusivo de los vegetarianos. Encontré que muchas personas no se inclinaban hacia una u otra dirección, y que los no-vegetarianos mostraban, generalmente hablando, una buena salud. Igualmente pude observar que para algunos vegetarianos era imposible seguir siéndolo porque habían hecho de la comida un fetiche y porque pensaban que volviéndose vegetarianos podrían comer tantas lentejas, judías, fríjoles y queso como quisieran. Pero desde luego, aquellas personas quizá no podrían mantenerse saludables.
Al observar a lo largo de estas líneas, me percaté que un hombre debe comer con moderación y de vez en cuando ayunar. Ningún hombre o mujer comió realmente con moderación o consumió simplemente aquella cantidad que el cuerpo requiere y nada más. Fácilmente caemos víctimas de las tentaciones del paladar y, por consiguiente, cuando algo sabe delicioso, no nos importa tomar uno o dos bocados más. Pero ustedes no pueden mantenerse saludables bajo esas circunstancias. Por lo tanto, descubrí que para mantener la salud, sin importar lo que comieran, era necesario reducir la cantidad de alimento y el número de comidas. Vuélvasen moderados: fallen en el lado de lo menos, en vez de hacerlo en el lado de lo más. Cuando invito amigos a participar de mis comidas nunca los presiono para que tomen algo, excepto lo que ellos exijan. Al contrario, les digo que no tomen algo si no lo desean.
Lo que quiero que comprendan es que los vegetarianos necesitan ser tolerantes si quieren convertir a otros al vegetarianismo. Tengan un poco de humildad. Debemos apelar al sentido moral de las personas que no están de acuerdo con nosotros. Si un vegetariano enfermara y un doctor le prescribiera caldo de carne, entonces no lo llamaría un vegetariano. Un vegetariano se hace de un material más fuerte. ¿Por qué? Porque es para la edificación del espíritu y no del cuerpo. El hombre es más que carne. El espíritu del hombre es lo que nos interesa. Por lo tanto, los vegetarianos deberían tener esa base moral, porque un hombre no nació como un animal carnívoro, sino que nació para vivir de las frutas y las hierbas que la tierra produce. Sé que todos debemos cometer errores. Yo dejaría la leche si pudiera, pero no puedo. Lo he intentando cientos de veces. Después de una seria enfermedad no pude recobrar mis fuerzas a menos que volviera a tomar leche. Ésa ha sido la tragedia de mi vida. Pero la base de mi vegetarianismo no es física, sino moral. Si alguien dijera que voy a morir si no como caldo de carne o carne de cordero, incluso por consejo médico, preferiría morir. Ésa es la base de mi vegetarianismo.
Me gustaría opinar que todos aquellos que nos autonombramos vegetarianos deberíamos tener esa base. Había miles de carnívoros que no continuaron comiendo carne. Debe haber una razón clara para que hagamos ese cambio en nuestras vidas, para que adoptemos hábitos y costumbres diferentes a los de la sociedad, aunque a veces ese cambio pueda molestar a nuestros más allegados y queridos. Por nada del mundo deberían sacrificar un principio moral. Por consiguiente, la única base para tener una sociedad vegetariana y para proclamar un principio vegetariano es, y debe ser, una base moral. No voy a decirles, según lo que he visto y he recorrido por el mundo, que los vegetarianos, en general, disfruten de una mejor salud que los carnívoros. Pertenezco a un país que en su mayoría es vegetariano por hábito o por necesidad. Por lo tanto, no puedo declarar que eso demuestre una mayor resistencia, un mayor ánimo, o una mayor inmunidad contra las enfermedades, ya que eso es algo particular y personal. Requiere obediencia, y una escrupulosa obediencia, a todas las leyes de higiene.
De hecho, pienso que lo que los vegetarianos deben hacer es no destacar las implicaciones físicas del vegetarianismo, sino observar las implicaciones morales. Aunque todavía no hemos olvidado que tenemos muchas cosas en común con los animales, no tenemos completamente en cuenta que hay ciertas cosas que nos diferencian de ellos. Claro está que tenemos animales vegetarianos como la vaca y el toro —los cuales son mejores vegetarianos que nosotros—, pero hay algo mucho más noble que nos llama al vegetarianismo. Por consiguiente, pensé darle énfasis únicamente a la base moral del vegetarianismo durante los pocos minutos en que tendría el privilegio de hablarles. Y diría que he comprobado por mi propia experiencia y por la experiencia de miles de amigos y compañeros, que ellos encuentran satisfacción, hasta donde concierne al vegetarianismo, de la base moral que han escogido para mantenerlo. Para terminar, les agradezco a todos por venir aquí y permitirme ver personas vegetarianas cara a cara. No puedo decir que solía reunirme con ustedes hace 40 o 42 años. Supongo que los rostros de la Sociedad Vegetariana de Londres han cambiado. Hay muy pocos miembros que como el Señor Salt pueden afirmar que su relación con la Sociedad se extiende por más de 40 años.
El Señor Henry S. Salt fue Maestro Auxiliar en Eaton entre 1875 y 1884, Secretario Honorario de la Liga Humanitaria entre 1891 y 1919. Ha sido vegetariano por más de 50 años y nunca ha tenido razón para dudar de la superioridad de esta dieta. Tenía ochenta años en el momento del discurso de Gandhi y era una escritor cuya opinión de la actual «civilización» puede apreciarse en el título de su libro Setenta años entre salvajes.
Etiquetas:
gandhi,
neosesesetentismo,
porque ser vegetariano,
vegetarianismo,
vegetariano
martes, 27 de abril de 2010
... no nos gusta aprender de las experiencias de otros, pocas o muchas veces somos tan arrogantes que no deseamos que nadie nos de consejos sobre lo que su experiencia habla, creemos que no sirve de mucho o aunque no lo creyeramos simplemente a nuestro cerebro le cuesta trabajo aprender de lo ajeno, porque su memoria no ha guardado ese dolor, gusto o cualquier tipo de sensacion y sentimiento aunado a eso.
yo trato de obligarlo a precibirlo, tratando de estar siempre en un juego constante en el que arriesgo lo que debo arriesgar y por otro lado pongo a prueba aquellas experiencias que han narrado otras voces....
.... una vez un tio muy apreciado me hizo entender que hay que arriesgarse, no se como lo dijo o porque se quedo tan grabado en mi, tal vez no faltaban palabras, si no bastaba ver el ejemplo de su vida, para darme cuenta QUE EN LA VIDA HAY QUE ARRIESGARSE, siempre fui muy miedosa, hasta ahora lo sigo siendo, pero lucho diariamente para cotrariarlo, que puedo decir es asi como fue creado este avatar defectuoso pero luchón...
entre que si las señales y el poder de la palabra tome una decisión: la respuesta... no fue la que esperaba, pero me siento tan libre, ahora me siento como una tonta por haber cargado el paquetote todo este tiempo... en fin! animense a tomar una decisión, piensen en los beneficios y no tan beneficios que traerá, pero no lo hagan demasiado porque si no esos fantasmitas no se irán nunca y entonces será demasiado tarde... busquemos un estado de felicidad permanente, pero no queramos que un solo motivo alcance para toda la vida... como dirían los buenos comerciales del IFE, PIENSELE!!! "hay que participar"... asi que arriesgarse a tomar una desicion o tomar la decisión de arriesgarse da como resultado..
bienestar
paz
alegria
tranquilidad
y quien sabe que mas......
P.D. Dispensen la cursileria, tomen lo que les sirva y lo que no ps aqui dejenlo...
Suscribirse a:
Entradas (Atom)