"La única y verdadera definición de esta corriente artisticafilosoficasocial se da mientras me ducho, lo cual nos da la idea que toda creación bajo esta corriente debe ser completamente momentanea y espontanea"

Almamarisol



¿Qué es el neosesesetentismo?



La palabra neosesesetentismo se compone de cuatro partes: “neo”, que significa nuevo, “sese” que toma las primeras dos silabas de la palabra “sesentas”, “setent” que toma las primeras silabas de la palabra “setentas” e “ismo” que significa movimiento, entoces podemos deducir que el neosesesetentismo es el movimiento de los nuevos sesentas y setentas.



FILOSOFIA

Algo o alguien nos ha otorgado la vida, ese momento lleno de pequeños momentos, unos sutiles y otros tremendamente abruptos, todos ellos con grandes experiencias que van forjando este juego de monopolio y de aventura. Desde un punto de vista espiritual y religioso, el cual me conforma afirmo que han mandado nuestra alma a un mundo terrenal, el cual ha sido todo compuesto y diseñado exclusivamente para un cuerpo terrenal, con libre albedrio, de este modo, el ser humano a aprendido a sobrevivir pero no a relacionarse, aun queda en pañales las relaciones humanas, pues este juego tiene tantas trampas que poco a poco ha forjando a un individuo egoísta, materialista, imperialista y avaro, todos ellos trabajando en conjunto para crear a la perfección a una bestia, a un monstro. El neosesesetentismo propone una revolución, entendiendo como revolucionario no a un caballero andante, asesino que actúa con rebeldía para cumplir su propósito, si no un verdadero revolucionario, como diría alguna vez Ernesto che Guevara, movido por el amor; el amor a si mismo y a su momento en el mundo terrenal, alguien que anhele vivir su juego con total alegría.. La perfección no existe, no existirá, no pretendo lograr un mundo como tal, pero, si podemos lograr una verdadera convivencia, un verdadero camino que se encuentre si no lleno de dicha, al menos de amor, para que el paso por este mundo sea satisfactorio para todos. No hay motivos para sufrir, para afligirse y si acaso los hubiese entonces estos deben ser pasajeros. Es lindo soñar con un mundo equitativo, como lo plantea el comunismo, pero creo que el sueño de todos los lideres que han dirigido esta filosofía, no puede ser mas que un sueño, porque el mundo lleva miles de años corrompiéndose con el egoísmo intransigente, y muero de tristeza, por eso aseguro que la primera revolución debe ser con uno mismo para que automáticamente las relaciones sociales nazcan de manera idónea.En fin, todo esto parece cursi y onírico, sin embargo convoco a que luchemos por cambiar de alguna manera lo que nos tiene a disgusto, hagamos una nueva Revolución, una Revolución Pacífica, la que educa, la que invita, la que trascienda

eres la visita número

martes, 1 de junio de 2010

La Base Moral Del Vegetarianismo


La base moral del vegetarianismo
Por Mohandas Karamchand (Mahatma) Gandhi

De European Vegetarian Union News, Número 1/1998


Discurso de Gandhi en una reunión social organizada por la Sociedad Vegetariana de Londres el 20 de noviembre de 1931
Señor presidente, compañeros vegetarianos y amigos:
No tengo que decirles que tan complacido estuve cuando recibí la invitación para estar presente en esta reunión, pues reviví viejos recuerdos y agradables reminiscencias de amistades que establecí con vegetarianos. Me siento especialmente distinguido al encontrar a mi derecha al señor Henry Salt. Fue el libro del señor Salt Una petición por el vegetarianismo, el que me mostró porqué aparte de un hábito heredado, y de la adhesión a un voto que me fue impartido por mi madre, tenía razones para ser vegetariano. Me enseñó porqué era un deber moral concerniente a los vegetarianos el no vivir por la muerte de nuestros amigos los animales. Por tal motivo, para mí es de mucho agrado tener al señor Salt entre nosotros.
No pretendo ocupar su tiempo expresándoles mis experiencias con el vegetarianismo, ni tampoco quiero hablarles de la gran dificultad que enfrenté en el propio Londres para permanecer firme en él, pero sí me gustaría compartir con ustedes algunos de los pensamientos que he desarrollado con respecto a éste. Hace cuarenta años solía mezclarme libremente con vegetarianos. En ese momento había apenas un restaurante vegetariano en Londres que no había visitado. Y me propuse por curiosidad, y para estudiar las posibilidades del vegetarianismo y de los restaurantes vegetarianos en Londres, visitar cada uno de ellos. Naturalmente, entré en estrecho contacto con muchos vegetarianos. Al estar en las mesas, me di cuenta que la conversación trataba en su mayor parte sobre la alimentación y las enfermedades. También pude ver que los vegetarianos que se esforzaban para mantenerse en su vegetarianismo, encontraban muy difícil hacerlo desde el punto de vista de la salud.
No sé si hoy en día ustedes tengan ese tipo de debates, pero yo acostumbraba a asistir en esa época a discusiones sostenidas entre los propios vegetarianos, y entre vegetarianos y no-vegetarianos. Recuerdo un debate similar entre el Dr. Densmore y el fallecido Dr. T. R. Allinson. En ese entonces, los vegetarianos tenían el hábito de hablar nada más que sobre la alimentación y las enfermedades. Yo considero que esa es la peor manera de ocuparse de este asunto. También veo que aquellas personas que se vuelven vegetarianas porque están padeciendo alguna enfermedad o algo parecido —es decir, solamente desde el punto de vista de la salud—, son las que se retiran en mayor medida. Descubrí que para permanecer firme en el vegetarianismo, un hombre requiere una base moral.
Para mí, ese fue un gran descubrimiento en mi búsqueda de la verdad. A temprana edad, en el curso de mis experimentos, me di cuenta que una base egoísta no serviría para conducir a un hombre hacia lo más alto en los caminos de la evolución. Lo que se requería era un propósito altruista. También me di cuenta que la salud no era un monopolio exclusivo de los vegetarianos. Encontré que muchas personas no se inclinaban hacia una u otra dirección, y que los no-vegetarianos mostraban, generalmente hablando, una buena salud. Igualmente pude observar que para algunos vegetarianos era imposible seguir siéndolo porque habían hecho de la comida un fetiche y porque pensaban que volviéndose vegetarianos podrían comer tantas lentejas, judías, fríjoles y queso como quisieran. Pero desde luego, aquellas personas quizá no podrían mantenerse saludables.
Al observar a lo largo de estas líneas, me percaté que un hombre debe comer con moderación y de vez en cuando ayunar. Ningún hombre o mujer comió realmente con moderación o consumió simplemente aquella cantidad que el cuerpo requiere y nada más. Fácilmente caemos víctimas de las tentaciones del paladar y, por consiguiente, cuando algo sabe delicioso, no nos importa tomar uno o dos bocados más. Pero ustedes no pueden mantenerse saludables bajo esas circunstancias. Por lo tanto, descubrí que para mantener la salud, sin importar lo que comieran, era necesario reducir la cantidad de alimento y el número de comidas. Vuélvasen moderados: fallen en el lado de lo menos, en vez de hacerlo en el lado de lo más. Cuando invito amigos a participar de mis comidas nunca los presiono para que tomen algo, excepto lo que ellos exijan. Al contrario, les digo que no tomen algo si no lo desean.
Lo que quiero que comprendan es que los vegetarianos necesitan ser tolerantes si quieren convertir a otros al vegetarianismo. Tengan un poco de humildad. Debemos apelar al sentido moral de las personas que no están de acuerdo con nosotros. Si un vegetariano enfermara y un doctor le prescribiera caldo de carne, entonces no lo llamaría un vegetariano. Un vegetariano se hace de un material más fuerte. ¿Por qué? Porque es para la edificación del espíritu y no del cuerpo. El hombre es más que carne. El espíritu del hombre es lo que nos interesa. Por lo tanto, los vegetarianos deberían tener esa base moral, porque un hombre no nació como un animal carnívoro, sino que nació para vivir de las frutas y las hierbas que la tierra produce. Sé que todos debemos cometer errores. Yo dejaría la leche si pudiera, pero no puedo. Lo he intentando cientos de veces. Después de una seria enfermedad no pude recobrar mis fuerzas a menos que volviera a tomar leche. Ésa ha sido la tragedia de mi vida. Pero la base de mi vegetarianismo no es física, sino moral. Si alguien dijera que voy a morir si no como caldo de carne o carne de cordero, incluso por consejo médico, preferiría morir. Ésa es la base de mi vegetarianismo.
Me gustaría opinar que todos aquellos que nos autonombramos vegetarianos deberíamos tener esa base. Había miles de carnívoros que no continuaron comiendo carne. Debe haber una razón clara para que hagamos ese cambio en nuestras vidas, para que adoptemos hábitos y costumbres diferentes a los de la sociedad, aunque a veces ese cambio pueda molestar a nuestros más allegados y queridos. Por nada del mundo deberían sacrificar un principio moral. Por consiguiente, la única base para tener una sociedad vegetariana y para proclamar un principio vegetariano es, y debe ser, una base moral. No voy a decirles, según lo que he visto y he recorrido por el mundo, que los vegetarianos, en general, disfruten de una mejor salud que los carnívoros. Pertenezco a un país que en su mayoría es vegetariano por hábito o por necesidad. Por lo tanto, no puedo declarar que eso demuestre una mayor resistencia, un mayor ánimo, o una mayor inmunidad contra las enfermedades, ya que eso es algo particular y personal. Requiere obediencia, y una escrupulosa obediencia, a todas las leyes de higiene.
De hecho, pienso que lo que los vegetarianos deben hacer es no destacar las implicaciones físicas del vegetarianismo, sino observar las implicaciones morales. Aunque todavía no hemos olvidado que tenemos muchas cosas en común con los animales, no tenemos completamente en cuenta que hay ciertas cosas que nos diferencian de ellos. Claro está que tenemos animales vegetarianos como la vaca y el toro —los cuales son mejores vegetarianos que nosotros—, pero hay algo mucho más noble que nos llama al vegetarianismo. Por consiguiente, pensé darle énfasis únicamente a la base moral del vegetarianismo durante los pocos minutos en que tendría el privilegio de hablarles. Y diría que he comprobado por mi propia experiencia y por la experiencia de miles de amigos y compañeros, que ellos encuentran satisfacción, hasta donde concierne al vegetarianismo, de la base moral que han escogido para mantenerlo. Para terminar, les agradezco a todos por venir aquí y permitirme ver personas vegetarianas cara a cara. No puedo decir que solía reunirme con ustedes hace 40 o 42 años. Supongo que los rostros de la Sociedad Vegetariana de Londres han cambiado. Hay muy pocos miembros que como el Señor Salt pueden afirmar que su relación con la Sociedad se extiende por más de 40 años.
El Señor Henry S. Salt fue Maestro Auxiliar en Eaton entre 1875 y 1884, Secretario Honorario de la Liga Humanitaria entre 1891 y 1919. Ha sido vegetariano por más de 50 años y nunca ha tenido razón para dudar de la superioridad de esta dieta. Tenía ochenta años en el momento del discurso de Gandhi y era una escritor cuya opinión de la actual «civilización» puede apreciarse en el título de su libro Setenta años entre salvajes.

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Tal como lo dice la frase - eslogan del neosesesetentismo, toda creación que surja bajo esta corriente, debe ser espontánea y si se quiere, improvisada. El "neos" esta en pro de la libertad, de la expresión sútil, del querer ser, de motivar, de explorar, de alegrar, de divertirse.

Así pues, tal como lo plantean algunos movimientos artísticos como el dadaísmo, el surrealismo, entre otros, los resultados de las obras que se basan en el neosesesetentismo, ya sea éstos: Literatura, pintura, danza, música, se manifiestan a partir de una sensacion-emoción momentánea que transimite casi simultaneamente dicha "expresión artistica".


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La Danza Butoh se basa en las imágenes que se crean a partir del estado catatónico de las personas, al caminar por las calles, después de estallada la bomba de Hiroshima y Nagasaki


LA DANZA BUTOH

Nutrido de la vanguardia europea de los años 20’s y 50’s del
siglo XX en artes plásticas, literatura, danza y teatro. El butoh
es un movimiento fundado por Tatsumi Hijikata y Kazuo Ohno.
Esta danza “de cuerpo oscuro”, impregnada de budismo y de
creencias shintoistas, esta mas cercana del performance que
de una coreografía occidental, pero, explorando el cuerpo japonés encuentra arquetipos universales.
Obliga al intérprete a reorganizar sus acciones corporales, su
relación con el cosmos, su ser en el mundo. Espera
profundamente del espectador e interprete, una filosofía de
vida.
Cada artista crea su butoh, por lo tanto hay muchos estilos.

El butoh no propone una forma de hacer, pero si de pensar, no
tiene un estilo, pero si un estado del espíritu, no se define por
una técnica, pero por una ausencia en el cuerpo que se mueve
en el espacio.

Buto(s) Arts du spectacle CNRS Editions, Paris 2002.

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